Algún día un líder de la iglesia me dijo que revisará si en mi corazón no había religiosidad, vaya forma de llamarme religioso de manera elegante.
Hablemos de la iglesia
La Iglesia evangélica ha estado durante mucho tiempo tratando de adoptar ideas del mundo y tratandolas de lavar en la biblia.Utilizó el término lavar porque son ideas que contradicen el evangelio y hacen daño a la iglesia pero que por el analfabetismo bíblico, el sistema religioso actual legítima enseña como verdad, a seguir.
Una de las verdades centrales predicadas por la cultura actual es que juzgar es un acto soberbio y nadie tiene la autoridad para realizarlo. Decirle a otro que su pensamiento o actuar es incorrecto, es un acto totalmente bajo y deplorable.
Esta creencia se ve claramente reflejada en pequeños dichos que la cultura repite una y otra vez como un mantra :
Uno no es nadie para juzgar o el tan conocido vive deja vivir.
Este tipo de afirmaciones son simplemente reflejo de una cultura que huye de la corrección, huye de ver el error en el otro y por un sentimentalismo etiquetado bajo la palabra amor, no señalar el desacierto.
Esta idea es una verdad profunda en el subconsciente del hombre actual, que atenuado por el analfabetismo doctrinal el cristianismo absorbe y predica en términos de la iglesia.
Es así que al igual que en el mundo secular donde se han inventado etiquetas peyorativas para callar las voces disidentes al pensamiento hegemónico en la sociedad, la iglesia ha desarrollado sus propias etiquetas para callar cualquier voz que contradiga las ideas generalizadas y aceptadas por la cultura evangélica actual.
La etiqueta más conocida y hoy usada dentro de la iglesia es la palabra “religioso”.
El hermano es un religioso, o tal persona es religiosa
Cada vez que alguien dentro de la iglesia se levanta para mostrar un punto de vista contrario a lo que la cultura cristiana cree como verdad es etiquetado como religioso,legalista, fariseo.
Realmente no importa el significado exacto de la palabra religioso que en su concepto más profundo hace referencia a la fidelidad y exactitud en una tarea o los términos legalista y fariseo que tienen significados diferentes pero que en el afán de silenciar la objeción son utilizada sin distinción alguna.
La etiqueta cumple su objetivo y destruye la imagen de la voz disidente dejando su argumento sin ninguna fuerza o validez. que en un caso práctico se traduce en No importa lo que digas, no importa si lo que dices es una instrucción bíblica, tú eres un religioso y no eres quien para levantar una objeción contra mi, mi pastor, mi cantante favorito o cualquier creencia que se esté señalando como incorrecta.
Lanzar un calificativo de religioso es sin duda un recurso excelente para implantar ideas y una forma de control total dentro de la iglesia.
¿ Quien es un religioso?, cualquiera que no esté de acuerdo en como pienso o cualquiera que no esté de acuerdo en como actuó.
Una forma fácil de ver el poder que tiene esta práctica dentro de la iglesia es ver a pastores o líderes que cuando presentan una idea o actuación frente a su congregación, cierran con frases como “A Los religiosos no les gusta esto” o “a mi no me importa que piensen los religiosos,nosotros lo hacemos esta manera”. Es un artilugio perfecto, la multitud aplaude y una idea sea o no congruente con Cristo, es validada y exaltada con una simple palabra.
Este tipo de conductas es muy común verla en lugares dónde producto de estrategias de marketing y manipulación emocional, las congregaciones se han vuelto tan grandes e influyentes que al mismo nivel se han tenido que levantar pastores y líderes con mucho poder y competencia personal para mantener encausadas las ideas que los han conducido al éxito en términos de número asistentes o influencia en la esfera pública, aun cuando estas ideas contradicen claramente el consejo bíblico.
Estos nuevos cristianos hijos del marketing y la psicología entonces son guiados por un tipo de liderazgo que ha ganado tanto poder y relevancia que la biblia es hecha aun lado perdiendo toda autoridad y mandato. Es ahí cuando cualquiera que con biblia en mano se atreva a opinar diferente a las personas sobre las cuales se descargado esta autoridad, automáticamente se convierten en religiosos, cualquiera que tome su biblia y contradiga las voces autorizadas en estas organizaciones son religiosas, están equivocadas y debe ajustarse a la visión de la organización en particular..
La actitud de este tipo de persona siempre es la misma.. “No importa cual sea el tema tratado, no vamos a cambiar nuestro pensamiento, nuestro sistema o nuestras creencias.
La etiqueta religioso al igual que la etiqueta homofóbico es efectiva porque apela a a un sentido de ser alguien
anticuado: Es decir que se basa en creencias obsoletas y revaluadas
irracional: Porque carece de razón lo que se señala o pide.
extremista: porque Lo que se dice es algo exagerado y está fuera de los parámetros.
Este tipo de apelativos solo es una muestra de la arrogancia y orgullo de cristianos en todos los niveles, que levantan sus percepciones por encima de la autoridad bíblica. Estos se convierten en un tipo persona que no acepta la corrección y por el contrario va a conformar una imagen de Dios falsa no hecha de piedra o madera, si no de sus propios ideales, de su propia sabiduría y experiencia.
Y aquí es dónde la reprension de Dios en el salmo 50:21 sobre un pueblo apóstata cobran sentido.
Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé
Cuando la autoridad bíblica es relevada dentro de la iglesia, es allí donde la iglesia pierde su norte y empieza a navegar a la deriva tratando de adaptarse a las demandas de una sociedad atea y hostil hacia Dios..
Si la sociedad nos pide un evangelio light, lleno de auto ayuda y sin exigencias se lo daremos.
Si la sociedad nos pide una iglesia tolerante con el pecado y flexible frente a las demandas bíblicas se la daremos.
Si la sociedad nos pide una iglesia que elimine a Cristo y su exclusividad como único camino al padre se la daremos.
NO hay límite, porque como la instrucción objetiva e incambiante de la Biblia se reemplazó por el concepto de hombres caídos sujetos de pasiones, no existe una base inamovible sobre la cual permanecer.
las etiquetas como religioso o legalista se constituyen simplemente como un subterfugio, que destruye la iglesia desde adentro.
Ante este hecho tenemos dos demandas, la primera es a permanecer en la escritura, a estudiarla e impregnarse de esta de tal manera que nuestros pensamientos y acciones están totalmente sometidos a ella..Y la segunda a no retroceder, a levantarnos en medio de esta oscuridad de cultura cristiana actual que enseña doctrinas de hombres como el mandato de Dios
Recuerden que cuando alguien les atañe la etiqueta de religioso muy seguramente estarán ante una persona que ni siquiera conoce qué significa la palabra religión, es alguien moldeado por la cultura evangélica actual que poco o nada conoce de Cristo.
La forma más baja de terminar un debate argumentativo. El uso de la palabra "religioso" se convierte en un ad hominem que destruye a la persona que con mucha energía y conciencia trató de trabajar en un argumento para crear una realidad alterna para debatir algo que no cree. Es muy común en esta iglesia y así callan a las mentes más pensativas. Igualmente, no hay que dejar de lado otros calificativos como que tienes espíritus malos o demoníacos que te hacen creer que lo que dice el pastor es mentira. Todo en una malla manipulativa muy compleja. ¡Saludos!
ResponderEliminarHola
EliminarGracias por comentar.
Exacto, por el evangélico promedio no le importa realmente el evangelio.
ResponderEliminarla religiosidad.